Asma, causas y factores de riesgo

Las tasas de asma han aumentado constantemente en las últimas décadas: hoy en día una de cada 12 personas la padece. Sobre todo, al compararla con épocas anteriores donde una de cada 14 personas la padecía.

Los síntomas incluyen tos, sibilancias y dificultad para respirar. Mismos que se desencadenan por alergias alimentarias, exposición a irritantes y alergias estacionales, incluso ejercicio intenso.

Hay muchos factores que contribuyen a esta enfermedad, como tener una dieta pobre, sobrepeso u obesidad. Así como, una función inmune baja, pasar muy poco tiempo fuera y tener antecedentes familiares de asma. Además, de las personas que pasan más en interiores en este tiempo con mayor exposición a irritantes.

Síntomas y signos de asma

Los síntomas más frecuentes del asma incluyen:

• Estornudar y toser, que a veces libera humedad
• Sibilancias, incluyendo sonidos que emanan del pecho mientras intentas respirar
• Quedarte sin aire mientras intentas hablar o inhalar
• Presión en el pecho
• Signos de mala circulación y oxigenación los que incluyen tener los dedos de color azul o púrpura
• Sensación de mareo, y debilidad
• Falta de coordinación y equilibrio
• Ansiedad por la dificultad para respirar
• Síntomas similares a los causados por alergias, como ojos llorosos y rojos, picazón en la garganta.
• Glándulas y ganglios linfáticos inflamados en el cuello.
• Boca seca, especialmente si comienzas a respirar a través de la boca con más frecuencia
• Tener problemas para hacer ejercicio o hacer cualquier cosa que cause un aumento de la respiración

Tratamientos naturales 

#1. Reducir la exposición a irritantes y alergias en interiores

Salir más y pasar menos tiempo en lugares con grandes cantidades de ácaros del polvo, humos químicos y otras toxinas. Aunque se podría pensar que estar al aire libre nos expone a las alergias estacionales, con el tiempo puede ser beneficioso. Limpiar tu hogar regularmente con productos naturales, aspirar, difundir aceites esenciales y usar un humidificador también es útil.

#2. Mejorar tu dieta y eliminar los alimentos alergénicos

La mayoría de las personas con asma tienen algún tipo de alergia, como las alergias alimentarias o una mala salud intestinal. Como el síndrome de intestino con fugas. Por lo que, hay que eliminar los alérgenos y los alimentos inflamatorios de la dieta. Como, el gluten, los lácteos y los alimentos envasados con conservantes y productos químicos, ayuda a reducir los de esta.

#3. Dejar de fumar y reducir la exposición a la contaminación ambiental

Fumar cigarrillos puede empeorar mucho los síntomas del asma. Sin mencionar que comúnmente causan muchos otros problemas pulmonares y de salud. También debe evitarse la quema de humos, la inhalación de gases y el contacto con los escombros de la construcción.

#4. Mantener un Régimen de Peso y Ejercicio Saludable

La obesidad está relacionada con un mayor riesgo de asma y otros problemas respiratorios, como la apnea del sueño. Aunque el ejercicio puede causar síntomas en personas asmáticas, mantenerse activo es beneficioso para mejorar la función inmune. Además de, prevenir la obesidad y reducir la inflamación.

#5. Evita las condiciones que pueden desencadenar ataques

Los cambios de temperatura drásticos, la humedad, las altas temperaturas o el frío extremo pueden empeorar los síntomas del asma. 

Precauciones

Los medicamentos y los inhaladores ayudan a proporcionar alivio rápido para los pacientes con asma. Pero si durante una crisis, no ayudan a mejorar rápido, entonces es importante visitar la sala de emergencias.

Aunque es poco frecuente, las crisis a veces pueden llegar a ser mortales, por lo que ser cauteloso siempre es mejor. Los signos de una crisis grave que requiere una intervención inmediata incluyen una cara pálida, sudoración, labios azules. Así como, latidos cardíacos muy rápidos e incapacidad para exhalar.

Si los comienzan a ser recurrentes varias veces al día, asegúrate de consultar a tu médico. También menciónale si los síntomas se vuelven frecuentes o graves como para interrumpir el sueño, el trabajo, la escuela u otras actividades cotidianas normales.