Fortalece el sistema linfático

El sistema linfático es una parte crítica del sistema inmunológico, vital para protegernos de enfermedades e inflamaciones dañinas. Se puede decir, que es el “sistema de drenaje” interno del cuerpo. Y consta de una red de vasos sanguíneos y ganglios linfáticos que transportan fluidos desde los tejidos hacia la sangre y viceversa.

Tiene la función principal de proteger el cuerpo contra amenazas externas, como infecciones, bacterias y células cancerosas. Mientras ayuda a mantener los niveles de líquidos en equilibrio.

La mejor manera de proteger los vasos linfáticos y «nódulos» que abarcan casi todo el cuerpo, excepto el sistema nervioso central es seguir una dieta curativa. Además de hacer ejercicio y tomar medidas para desintoxicar el cuerpo de forma natural.

Cómo mantener un sistema linfático fuerte

Ignorar la salud de este sistema significa que tu inmunidad se verá afectada y es más probable que enfrentes enfermedades comunes e incluso problemas de salud a largo plazo. Aquí hay cinco formas de estimular tu sistema inmunológico y, además, apoyar un sistema linfático saludable:

#1. Reducir la inflamación y mejorar la circulación

Hacer una dieta saludable, hacer ejercicio, no fumar, dormir lo suficiente y reducir el estrés son necesarios para reducir el estrés oxidativo y desintoxicar el cuerpo. El sistema circulatorio y el sistema linfático dependen el uno del otro.

Mientras que la sangre circula por el cuerpo a través de los vasos sanguíneos, algo de líquido se filtra de forma natural y se abre camino hacia los tejidos. Este es un proceso normal que lleva nutrientes, agua y proteínas a las células. El líquido también recoge los productos de desecho de las células, como bacterias o incluso células muertas, como células cancerosas.

Los tejidos ubicados alrededor del cuerpo pueden inflamarse y doler cuando la circulación se vuelve más lenta y aumenta la inflamación. Un sistema linfático saludable nutre los músculos, las articulaciones y otros tejidos. Esto debido a que los vasos linfáticos tienen pequeñas aberturas que permiten que los gases, el agua y los nutrientes pasen a las células circundantes. Luego, el líquido vuelve a drenarse en los vasos linfáticos, luego va a los ganglios linfáticos para ser filtrado y por último a un vaso linfático más grande llamado conducto torácico.

El conducto torácico vierte la linfa limpia de nuevo en la sangre, y el ciclo continúa, por lo que la circulación es importante para mantener el sistema funcionando sin problemas. De lo contrario, el tejido puede hincharse con exceso de desechos. 

#2. Sigue una dieta antiinflamatoria

Cuanto más rica en nutrientes sea tu dieta y menos químicos ingresen a tu cuerpo, mejor podrá funcionar tu sistema linfático. Los alimentos antiinflamatorios, proporcionan nutrientes y antioxidantes y al mismo tiempo reducen el daño de los radicales libres. También llamado estrés por oxidación, que envejece el cuerpo y reduce la inmunidad.

Algunos de los alimentos clave con alto contenido de antioxidantes en los que centrarse incluyen:

• Vegetales de hoja verde
• Verduras crucíferas (brócoli, repollo, coliflor, etc.)
• Bayas
• Alimentos omega-3 como el salmón
• Frutos secos y semillas (chía, lino, cáñamo, calabaza, etc.)
• Aceites sin refinar como el aceite de oliva extra virgen y el aceite de coco
• Hierbas y especias (jengibre, cúrcuma, ajo, por ejemplo)

#3. Ejercicio

El sistema linfático funciona mejor cuando mueves el cuerpo, lo que ayuda a que los líquidos sigan circulando y los nutrientes lleguen a las células. Hay una razón por la que estar sedentario hace que te sientas más dolorido, rígido y propenso a enfermarte.

Cualquier tipo de ejercicio y movimiento regular, como caminar, es bueno para mantener el flujo de este sistema, pero algunos ejercicios parecen ser más efectivos. El yoga, y el entrenamiento de intervalos de alta intensidad, son ejemplos de esto.

Los rebotes están ganando popularidad y consisten en saltar un pequeño trampolín que puedes guardar dentro de tu casa. Solo cinco a 10 minutos de salto diario pueden aumentar tu ritmo cardíaco y ayudar a mantener tu sistema linfático funcionando sin problemas.

#4. Terapia de masaje.

El masaje previene la hinchazón, el dolor y la acumulación de líquido en los tejidos. Su propósito es ayudar a que los tejidos se reparen más fácilmente y romper las adherencias de músculos y tejidos que pueden causar tirantez y lesiones. El masaje también aumenta el flujo de sangre a los músculos y se usa para ayudar con una recuperación más rápida y un mejor rendimiento.

El “masaje de drenaje linfático” ayuda a las células a liberar toxinas y rompe la congestión de la linfa. Los estudios han encontrado que es beneficioso para reducir la intensidad del dolor, la presión del dolor y el umbral del dolor. Los masajes pueden activar el sistema linfático y ayudar a eliminar el exceso de líquido de los tejidos.

#5. Tratamiento de sauna de infrarrojos

Este tratamiento es una de las mejores formas de desintoxicar el cuerpo de forma natural y apoyar un sistema inmunológico saludable en general. La terapia de sauna de infrarrojos funciona aumentando la producción de sudor para que se eliminen más toxinas de los tejidos. También puede mejorar el flujo de sangre y ayudar con la cicatrización de los tejidos.

Los estudios muestran que el sauna de infrarrojos pueden mejorar la calidad de vida de las personas que viven con dolor crónico, síndrome de fatiga crónica, depresión e insuficiencia cardíaca congestiva. Estos saunas usan lámparas de calor que generan ondas de luz infrarroja, que se abren paso en los tejidos y promueven la regeneración celular junto con la sudoración.