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Cómo hacer loción de calamina natural

Imagen de Dr Gerardo Rios

Dr Gerardo Rios

Médico

La loción de calamina ha sido durante mucho tiempo la opción preferida para quienes sufren picaduras de mosquitos. Así como, picaduras de insectos, hiedra venenosa, erupciones cutáneas, varicela y eccema. Y, ​​en realidad es muy rápido y fácil preparar una alternativa casera y sin desperdicio utilizando ingredientes naturales.

EN PRIMER LUGAR, ¿QUÉ ES LA LOCIÓN DE CALAMINA?

La calamina alivia la picazón en la piel provocando una sensación refrescante que oculta la sensación de picor.

Los ingredientes activos son óxido de zinc y óxido de hierro (el óxido de hierro da el color rosa) mezclados con agua, y glicerina. Además de, hidróxido de calcio, bentonita y conservantes desagradables como el fenoxietanol.

Como alternativa, nuestra loción casera utiliza arcilla de bentonita, bicarbonato de sodio, y aceites esenciales.

  • Arcilla bentonita: Ayuda a extraer impurezas y toxinas de la piel. También es muy relajante.
  • Bicarbonato de sodio: Neutralizará la acidez de las picaduras de insectos, aliviará la inflamación y la picazón.
  • Aceite esencial de lavanda: Reduce el picor y ayudará con la inflamación, además de darle un agradable olor.

Así que aquí tienes nuestra loción de calamina casera sin desperdicio que puedes preparar con solo unos pocos ingredientes simples.

INGREDIENTES

  • 1/4 taza de agua filtrada
  • 3 cucharadas de arcilla bentonita
  • Tres cucharadas de bicarbonato de sodio puro y natural
  • 12 gotas de aceite esencial de lavanda
  • 1 cucharadita de glicerina 100% sin aceite de palma (esto es opcional, pero ayudará a que la loción se vuelva más tersa y suave)

INSTRUCCIONES

  1. Primero, en un recipiente de vidrio, con una cuchara de madera, mezcla el bicarbonato de sodio, y la arcilla bentonita. Es importante no utilizar utensilios o cuencos de metal cuando se trabaja con arcilla.
  2. Después, agrega el agua filtrada lentamente, revolviendo constantemente hasta que se forme una pasta. Continúa agregando agua hasta alcanzar una consistencia espesa pero suave.
  3. A continuación, agrega el aceite esencial de lavanda y la glicerina (si se usa) y revuelve hasta que se mezclen.
  4. Transfiera a un frasco de vidrio de 120 ml y guárdalo lejos de la luz solar.
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