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Médico
Ya sea en sopas, en verduras o cubierto con mantequilla de maní, la mayoría de la gente consume apio de una forma u otra. Eso es bueno, porque los beneficios del apio, sin mencionar las semillas, incluyen que tiene un alto contenido de antioxidantes y enzimas beneficiosas, así como de fibra y ciertas vitaminas y minerales.
Hace muchos años, partes de esta hortaliza se administraban como agentes antihipertensivos naturales en la medicina popular. De forma reciente se ha demostrado que el apio tiene actividades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden ayudar a mejorar los indicadores de la salud del corazón.
Además, como proveedor de flavonoides y polifenoles, otros beneficios incluyen su capacidad para apoyar la salud del hígado, la piel, los ojos y el sistema digestivo.
Los beneficios del apio incluyen su poder de reducción del colesterol que lo hacen útil para mejorar o mantener la salud del corazón. Además, se ha comprobado que los extractos elaborados a partir de este vegetal ayudan a reducir de forma significativa los niveles de glucosa en plasma en adultos prediabéticos.
El apio contiene antioxidantes y polisacáridos que actúan como antiinflamatorios, especialmente los flavonoides y polifenoles. Las investigaciones indican que éstos favorecen la salud en general, especialmente a medida que se envejece. Ya que combate el daño causado por los radicales libres que puede provocar daños celulares e inflamación.
Debido a su potencial para reducir la inflamación, el apio puede ser útil para tratar una amplia gama de afecciones, entre ellas
El consumo de flavonoides procedentes de alimentos vegetales se ha asociado incluso a la reducción de la inflamación que afecta al cerebro.
Se cree que ciertos nutrientes que se encuentran en el apio pueden ayudar a disminuir la presión arterial. Ya que actúan como un relajante del músculo liso y mejoran el flujo de calcio y potasio en las células. También hay pruebas de que el extracto puede ayudar a que los vasos sanguíneos se expandan y se contraigan, mejoran el flujo sanguíneo y ayudan a la salud general del corazón.
Puede ayudar a prevenir o reducir la formación de úlceras dolorosas. Un estudio encontró que el apio contiene un extracto de etanol que es útil para proteger el revestimiento del tracto digestivo de la aparición de ulceras. Este extracto tiene la capacidad de reponer los niveles bajos de moco gástrico que se necesita en el estómago y así evitar que se formen ulceras a ese nivel.
En un estudio, cuando se alimentó a las ratas con apio (junto con achicoria y cebada), éstas experimentaron una reducción de la cantidad de grasa peligrosa acumulada en el hígado. Mejorando también, la función de las enzimas hepáticas y los niveles de lípidos en sangre.
Los investigadores descubrieron que cuanto más apio, achicoria y cebada recibían las ratas de este estudio, más mejoraba su salud hepática.
El apio es extremadamente bajo en calorías y puede ser un alimento valioso para ayudarte a perder peso. Esto debido a su capacidad para proporcionar nutrientes vitales y para ayudar a regular el metabolismo de los lípidos.
Uno de los principales beneficios del apio es que es tan denso en nutrientes, lo que significa que proporciona antioxidantes, electrolitos, vitaminas y minerales como vitamina C, vitaminas B y potasio, todo con muy pocas calorías.
Las semillas de apio contienen un compuesto inodoro y aceitoso conocido como NBP que tiene un efecto diurético y ayuda al cuerpo a desintoxicarse.
Los beneficios digestivos del apio se deben en parte a su efecto diurético. Este también podría ser uno de los posibles mecanismos antihipertensivos de las semillas. Debido a que mejora la circulación dentro de los intestinos, también es útil para mejorar la digestión ayudando a aliviar la distensión y la inflamación producto de la retención de agua.
Las semillas de apio se han utilizado durante siglos como una medicina herbaria con efectos antibacterianos.
Cuando el extracto de semillas se combinó con compuestos bacterianos, fue capaz de purificar y reducir el crecimiento de las bacterias. Lo que sugiere que el apio se puede utilizar para aumentar de forma natural la inmunidad y combatir las infecciones bacterianas.
Como el apio ayuda a reducir el ácido úrico y estimula la producción de orina, es beneficioso para combatir infecciones por bacterias en el tracto digestivo y los órganos reproductores. Al igual que los arándanos, conocidos por combatir las infecciones del tracto urinario, el apio puede ayudar a prevenirlas también. Así como los trastornos de la vejiga, los problemas renales e incluso los quistes en los órganos reproductivos.
Está en la misma familia de plantas que las verduras protectoras contra el cáncer como zanahorias, apio, hinojo, y perejil. Ya que contienen compuestos quimio protectores llamados poliacetilenos.
Los primeros estudios han demostrado que los poliacetilenos ayudan a reducir la toxicidad y luchan contra la formación de cáncer, sobre todo el cáncer de mama, el cáncer intestinal y la leucemia.
Aunque la alergia no es muy común, el apio se encuentra entre un pequeño grupo de alimentos que se asocia con reacciones alérgicas graves, similar a una alergia al maní. Cuando alguien alérgico al apio está expuesto a sus aceites, la exposición puede causar efectos secundarios potencialmente mortales.
Las semillas contienen los niveles más altos de alérgenos y no se destruyen durante la cocción. Por lo que el apio debe ser completamente evitado por cualquier persona que tenga una alergia alimentaria conocida.
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