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Médico
El cabello juega un papel importante en la apariencia física y la autopercepción de las personas. Por lo que puede ser devastador experimentar la pérdida de este. Sobre todo, cuando no parece haber nada que puedas hacer al respecto.
Pero, ¿sabías que hay nutrientes para ayudarte con este problema? Estos arreglan la raíz del problema, regulando los niveles hormonales o combatir el estrés oxidativo que aumenta con la edad.
Aceites ricos en ácidos grasos han sido estudiados para evaluar los efectos sobre la piel y la salud del cabello. Las grasas omega-3 lo nutren, lo engrosan y reducen la inflamación que puede conducir a la pérdida del mismo. Razón por la cual el aceite de pescado es uno de los seis principales nutrientes para el crecimiento del cabello.
Come alimentos ricos en omega-3 como salmón, caballa, atún, pescado blanco, sardinas, yemas de huevo, y nueces. Así como, semillas de cáñamo y natto para reducir la inflamación y equilibrar las hormonas.
El zinc se ha utilizado durante décadas para el tratamiento de trastornos como el efluvio telógeno y la alopecia areata. Porque el zinc, beneficia la salud del folículo piloso. Es también un cofactor para múltiples enzimas y participa en actividades funcionales en el folículo piloso.
Es un potente inhibidor de la regresión del folículo piloso, y acelera la recuperación del mismo. Los estudios sugieren que pacientes con alopecia areata tienen deficiencia de zinc. Y, la terapia oral con sulfato de zinc sirve como un tratamiento eficaz para la caída del cabello.
La biotina y ácido pantoténico (vitamina B5) se han utilizado como tratamientos alternativos para la pérdida de cabello. La biotina lo beneficia reconstruyendo los capilares dañados por el exceso de champú. Así como, la exposición al sol, el uso de la secadora y el planchado. La vitamina B5 apoya las glándulas suprarrenales, lo que ayuda a estimular el crecimiento de este.
Un signo importante de una deficiencia de biotina es la pérdida de del pelo. Una deficiencia puede ser causada por fumar, deterioro de la función hepática o incluso el embarazo. Los estudios sugieren que un número sustancial de mujeres desarrollan deficiencia de biotina durante el embarazo. Porque, las células que se dividen rápidamente en el feto en desarrollo y requieren biotina para la síntesis de carboxilaciones esenciales.
La evidencia sugiere que el estrés oxidativo juega un papel importante en el proceso de envejecimiento. Los radicales libres pueden dañar las membranas celulares, lípidos, proteínas y ADN.
Al trabajar como antioxidante, la vitamina C combate el estrés oxidativo lo que contribuye a evitar la pérdida de cabello. Para combatirlo, llénalo de alimentos con vitamina C como naranjas, pimientos rojos, col rizada, y coles de Bruselas. Así como, brócoli, fresas, toronja y kiwi. Si necesitas suplementos, toma 500–1,000 miligramos dos veces al día.
Varios estudios han examinado la relación entre la deficiencia de hierro y la pérdida de cabello. Y, algunos sugieren que puede estar relacionada con la alopecia areata, y la alopecia androgénica. Así como, el efluvio telógeno y la pérdida difusa.
Para aumentar el crecimiento, agrega alimentos ricos en hierro a tu dieta diaria. Come espinacas, acelga suiza, verduras, yemas de huevo, bistec de ternera, frijoles rojos y negros. Sin embargo, tenga cuidado con la suplementación excesiva de hierro. Puede causar sobrecarga y debe evitarse.
En el mundo científico, es sabido que la alopecia areata se encuentra en pacientes con deficiencia de vitamina D. La exposición directa al sol es la mejor manera de absorber la vitamina D, además de que puedes desintoxicar tu cuerpo.
Sentarte al sol durante unos 10-15 minutos para absorber alrededor de 10.000 unidades de vitamina D natural. Para aumentar tus niveles con alimentos, come salmón, pescado blanco, pez espada, setas maitake y setas portabella.
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